Sunday 24 March 2013

Ingmar Bergman, repercusiones (Parte 1)


Todo lo que ocurre en nuestra infancia repercute en nuestra adultez: nuestra personalidad se determina, los traumas se manifiestan, las directrices son lanzadas para que inevitablemente sean el faro, perverso o no, de la vida en su grosor. Ingmar Bergman, uno de los más destacados cineastas de toda la historia hasta el momento, monumento de la influencia y del cine con tendencia artística, debe casi todo el tono de su obra a una infancia dura y castradora.

Ingmar Bergman

Nacido en un hogar luterano, un hogar con un padre estricto y ultra religioso, duro, bruto y frío, tuvo que sufrir de la lejanía de la madre: una mujer presente, pero ausente, a la vez, que le negó su amor porque el amor no era lo más popular en un casa en la que la rigurosidad religiosa y la represión eran los estandartes con la que aquellas paredes se sostenían. Tuvo un hermano mayor y una hermana; ambos con similares penurias de las del joven Ingmar; lejos del cariño el pequeño encontró una vía de escape en el único espacio que le permitía la libertad: su imaginación.

El joven Bergman

El cine de Bergman es rebelde, innovador, creativo y genial; siempre en busca de la vuelta de turca, de lo diferente, de la película nueva, de la vieja obra reconstruida. También es un cine distante, frío en ocasiones, le abunda un tono melancólico, depresivo, intimista, pero taciturno; es una cine, aparentemente, intelectual; muchos detestan al sueco por esto, pero los que se dan cuenta que eso no es en esencia cierto puede levantar la figura del autor y transformarlo en un pensador humano y empático...

Todos estos rasgos son descriptivos de la infancia de Ingmar...


En este ambiente desolador en el que creció, el pequeño pudo construir esperanza y vida: el uso de su imaginación le permitió un escape luminoso de la noche existencial en la que se encontraba. Le mentía a sus compañeritos de colegio, inventaba que sus padres lo habían vendido a un circo, que debía irse muy lejos y que viviría rodeados de animales y artistas; organizaba funciones de marionetas en un teatro en miniatura para la familia cercana y aquella dónde entran primos y tíos (que dicho, eran poseedores de otro humor y energía); todos estos eran actos de rebeldía y sobrevivencia, eran el aprendizaje y la primera piedra para su díscola actitud profesional.

Sin embargo, aquello que comenzó a determinar su existencia fue cuando llegó a sus manos un proyector de cine personal que obtuvo gracias a una transacción que realizó con su hermano mayor; éste objeto había sido su regalo central navideño...la vida comenzó a tener un sentido y su pasión empezó a modelarse en profesión...

"Fanny y Alexander"

Luego vendríamos plasmada parte de su niñez en varias de sus películas, casi como un tema recurrente, como aquellas temáticas que se repiten y repiten en la mayoría de las obras de los grandes autores cinematográficos (En Hitchcock, por ejemplo, el falso culpable o el crimen perfecto, etc) La cinta está en más contacto con aquella etapa de Bergman es “Fanny y Alexander” (1982): la figura paterna rígida y luterana que termina educando y haciéndose cargo de los niños-el padrastro-la persona con la que su madre termina sus días, luego de que su anterior marido falleciera y la familia se disgregara; el escape fantástico y mágico de Alexander hacia la imaginación y su irrupción en la realidad, etc; En “Sonata otoñal” por ejemplo, la relación de la madre y la hija (que es el tema de la cinta), la primera una figura inmensa, llena de ego y egoísmo; la segunda, una mujer castrada, opacada e intelectual, que perdió un hijo y fue marcada de por vida por la relación que tuvo con progenitora; en “Gritos y susurros” la ausencia absoluta de la madre y del padre, los maridos abyectos y fríos, el doctor presente y ausente y la fría opulencia de las familias ricas...


Tuesday 12 March 2013

Django sin cadenas...


Las películas de Quentin Tarantino siempre son un proceso personal, una catarsis y una venganza íntima. Son un homenaje a ese joven que trabajaba en un vídeo club y que veía todo lo que se le pasaba por delante; son un altar a la pasión contenida por años que tuvo su drenaje cuando aquel joven hizo su primera cinta; son una consecuencia natural de su acumulación y cinefilia...


En “Django sin cadenas” recopila su fascinación por el western; así como en “Bastardos sin gloria” por ese cine iniciático de principio de siglo, ese de genios en blanco y negro y obras maestras paradigmáticas de la primera era del cine. Su nuevo film cita al western americano, a John Ford, al paisajismo amplio y a la gallardía del héroe, pero por sobretodo a ese deslavado e “inmoral” western italiano, de gran y pequeña escala, que se introdujo en América como consecuencia de la producción del hecho en ese país (el único género completamente gringo que existe)


Y al final todo resulta-como es habitual en su cine-una criatura como la del Doctor Frankestein: partes de cuerpos desmembrados, muertos, olvidados, que cobran una nueva vida, pero compuesto de una forma pagana; novedosa, pero deforme. Es esa deformidad (en un figurativo buen sentido) la que constituye el estilo tarantinesco...

Las letras rojas del principio están extraídas directamente de ese cine italiano de pistolas y ponchos, ese western a lo “El gran silencio”, a lo “Django”, ese explotation ubicado en América, pero con sangre latina. Lo deslavado de la fotografía también; y por, sobretodo, ese tono parco, melancólico y trágico que se hace presente en el viaje a caballo que realizan Django y el dentista, éste pretende ayudar al primero a que recupere a su esposa que es propiedad de un despiadado dueño de hacienda...

Django de Franco Nero

Lo curioso es que cuando uno piensa en Spaguetti western (los western hechos en Italia) evoca inmediatamente a Sergio Leone, a su trilogía del hombre sin nombre, a sus tomas radicales y a la música de Ennio Morricone, sin embargo ESE cine de vaqueros italianos no es el que cita Tarantino; aquel se encuentra más en Kill Bill que en Django. Acá estamos hablando del cine B de pistoleros, el cine más olvidado y violento. Éste sin duda se aleja del Americano, pero son hermanos en melancolía y testosterona...

El gran silencio

Otro elementos que Tarantino introdujo es ese con el que viene experimentando hace unos años: las reivindicaciones históricas ficcionadas o, como podríamos llamarle también, las venganzas históricas o correcciones de errores históricos a través de la ficción; y esto no es más que ocupar la ficción para hablar de la realidad y de la ficción al mismo tiempo.

Me explico: si existe alguna posibilidad de que los judíos se venguen de los alemanes y de Hitler es a través de la ficción; si existe alguna chance que los esclavos se venguen de los yankies sureños es a través de la ficción; todos sabemos que eso ya no va ocurrir, aunque sí se podría en la ficción; lo cual sólo nos está diciendo que: esto es ficción; hablemos de la ficción, no de la realidad (Aunque ésta trate de un hecho histórico)

Un amigo hace un tiempo me decía que cuando vio “Pulp Ficción” se sorprendió y se dio cuenta que estaba contemplando algo completamente nuevo, que todas las cintas de Tarantino le parecían impresionante mente originales; y así hay mentes que lo siguen acusando de copión...




Friday 8 March 2013


Cinepata, pieza revolucionaria.

Es innegable: con la aparición de internet en las pantallas de nuestros computadores el acceso a más y mejor cine se democratizó; los usuarios comenzaron a compartir su material y muy pronto tuvimos acceso gratis a cintas “hard to find” (muy difíciles de encontrar) y a material de otras partes del mundo con el solo hecho de apretar una tecla y darle al ícono de Download.



Hoy por hoy los sitios de descarga, pagados y gratis, son pan de cada día. Pero existen en el mundo espacio virtuales dónde los cibernautas pueden bajar gratis con todos los derechos adquiridos, sin problemas legales y con toda absoluta libertad.

Acá en Chile tenemos un ejemplo notable: Cinépata.

La página la creo Alberto Fuget, quien se la jugó por este proyecto y creó un espacio para el cine independiente nacional. ¿Cuál es la gracia de cinépata?: puedes bajar cine chileno gratis y sin restricciones. Cine chileno hecho para grandes salas y cine chileno hecho en vídeo para ser visto en pequeños festivales (éste el tipo de películas que prolifera en el sitio) y cine chileno hecho en vídeo, quizás, para ser visto y bajado por internet.


El proyecto comenzó con unos pocos largometrajes, incluidos los de Fuguet; luego la cosa creció y si uno ingresa a la página hoy se va encontrar con cortometrajes, largometrajes (muchos, chilenos y latinoamericanos) artículos, recomendaciones y más de una sorpresa.


Cinepata no sólo te permite ver la cinta online si no también bajarla en la calidad que uno estime. Cualquier persona puede enviar su trabajo a cinépata, claro, entran trabajos que tengan cierta calidad técnica y artística o comercial, porque para ver cine casero hecho por alumnos de séptimo básico para un ramo audiovisual tenemos Youtube...aunque quién sabe.

La plataforma resulta un sitio atractivo para productoras y distribuidoras que pretende encontrar nuevos talentos para sus fines artísticos y comerciales. Funciona, entonces, como un vitrina para los autores nacionales que pretendan mostrar su trabajo al público y los interesados en comprar la obra. Lo dificultoso de la muestra y adquisición de cine chileno es que los trabajos tienen que viajar a veces miles de kilómetros para llegar a un festival, exhibir la cinta y posteriormente hacer el respectivo pitching con los productores y dueños de compañías; con los beneficios de las plataformas virtuales ese viaje se acortó y las exhibiciones digitales, como las que ofrece cinépata, están disponibles para los ojos del mundo...

El nuevo cine chileno

Cuando uno reflexiona en lo que existe en cinepata se puede dar cuenta de la gran cantidad de potenciales cineastas tenemos, el problema sigue siendo, y por el momento seguirá siendo, que no existen salas que acojan a estos creadores que no sean las grandes multinacionales de pantalla grande que rara vez exhiben cine independiente; todo lo contrario su preocupación es el cine que pueda llenar salas y traerles frutos (lo que es lógico) y, lamentablemente, el cine “hecho en casa” aún no resulta lo suficientemente lucrativo.

Les invito a revisar la página y a tener acceso a buen cine chileno; a conocer nuevos cineastas y ver las posibilidades que la realización independiente nos puede entregar...

www.cinepata.cl

Friday 25 January 2013

La nueva teoría de la imagen en papel.


 Lo cierto es que nadie te enseña a escribir un guión de cine...¿o no?

Cuando Hollywood empezó a formase como industria, luego de los primeros veinte años del siglo XX, los productores y dueños de las grandes empresas fílmicas se empezaron a dar cuenta de la importancia de las películas en su forma de papel. Abrieron los ojos y notaron que mientras mejor el guión, mejor la producción. Pero no existía referente previo que les indicara cómo se escribe un guión o una teoría de la que agarrarse; lo único que tenían claro era que sus éxitos aumentaban con la concreción de un libreto sólido y coherente; se hacía camino al andar, nada más...


El referente número uno era Aristóteles y todo lo que la teoría teatral les ofrecía. Aún así se ahogaban en su ignorancia. Para paliar esta falta de conocimiento convocaron a los que sabían de historia: a los escritores. Es por eso que durante varios años los autores de novelas se encargaron de escribir los guiones que iban a ser imagen...pero esa época de grandes escritores en la industria como Truman Capote, por ejemplo, se acabó, y con la valorización de los directores como engranaje fundamental de una cinta y su rol como escritores el panorama fue cambiando...

Truman Capote, escritor y guionista de cine

La teoría de guión hoy en día se ha consolidado y está en mano ciertos académicos que han formulado sus formas y formulas, ¿por qué no decirlo? El más pragmático es Syd Field, que usando y abusando de la estructura aristotélica (esto es: acto1, acto2, acto3; Planteamiento, desarrollo y conclusión) creó un marco teórico muy relacionado con fórmulas y pasos a seguir que te llevarían de la mano a escribir un buen guión. Fue muy criticado por eso y, aunque se ganó una gama de seguidores, no fue mirado bien por el medio y por sus pares.


Syd Field y su paradigma

Robert McKee, en cambio, tiene un sólo libro, pero ha ganado admiradores y respeto por la postulación de muchas formas sobre las fórmulas de Syd Field. Además, ha viajado por todo el mundo exponiendo su taller y ha llenado teatros, cuál estrella de rock, donde realiza su charla y habla de su libro. Es un tipo valioso. Incluso ha sido interpretado en películas (por un actor en el contexto de su taller)
o
El malhumorado Robert McKee

A pesar de toda la nueva teoría, de la literatura, sólo uno puede escribir un guión, nadie más puede hacerlo por ti. Es tu talento, tus películas, tu experiencia. Entonces, ¿puede alguien enseñarte a escribir un guión de cine?

Thursday 17 January 2013

Tarantino ficción.


El flujo eléctrico de la influencia se ha hecho notar desde que el arte se comenzó a manifestar con cierta amplitud masiva, aunque muchas veces estaba más relacionada con el plagio-en un principio-que con cierto toque. Cuando se comenzó a reconocer y aceptar que existían influencias entre artistas y éstos, a su vez, reconocían que se había maravillado con el trabajo de tal pintor o de tal autor literario o dramaturgo, se abrió el camino hacia la gran institución en la que la inspiración habita hoy...Así los paradigmas se fueron configurando, y destruyendo y configurando nuevamente...

A Quentin Tarantino se le ha dicho de todo: ladrón, poco original, cara dura...cuando, al mirar sus películas más a fondo y ni tan profundamente, se dan cuenta que muchas de ellas están construidas con la materia prima de otras, y muy cercana a la reescritura exacta. Sin embargo, la literalidad con que el autor de “Pulp fiction” extrae y construye no es más que lo mismo que hace el resto de los directores, pero de manera más densa y abierta. En sí, aquel mecanismo es una herramienta, una forma de lenguaje y mensaje; posee significado.


Reciclaje significa reutilización, transformación y uso diferenciado; una copia es más bien un traslado de atributos en el espacio y el tiempo. Tarantino es un apasionado por las películas. Es tan conocedor de éstas y su amor es tan profundo, que las de su autoría son venas adicionales del cuerpo de todas las que le hicieron click alguna vez. Son tumores benignos palpitantes. Lo irracional, soberbio y apresurado sería tratar a Tarantino de “copión”, porque el talento de este cinéfilos de Los Ángeles es multifuncional.


Tarantino es el hijo ilustre de la posmodernidad. Él está consciente que vive en ella y como buen residente entiende sus derechos y deberes. Sabe que se le permite mezclar, importar, transformar y reescribir el arte pasado; sabe que se ha llegado a un puerto en que se cree que ya está todo hecho, y gracias a esta convención/confusión no hay jueces que obstruyan el mirar hacia el mundo audiovisual pretérito de dónde proviene nuestra pasión y así traer al presente un poco de ella. Por ende, no queda otra que reciclar y componer. Tarantino lo entendió así y se dedicó a cocinar los restos de su nostalgia. La mixtura posmoderna te permite mezclar obras anteriores, con hechos históricos, con estilos incongruentes, con formas incasables; y por eso sus películas son como son y son tan aceptadas y adoradas, porque digámoslo, amamos ver esas escenas viejas con cara nueva.


Ahora todos sus posibles defectos se transformaron en estilo; las características de su cine son su carta de presentación, y la audiencia está ávida de disfrutar de sus “plagios”. Con el estreno de “Django unchained” la carrera de Quentin Tarantino ha dado otro paso más hacia la consolidación y hacia el respeto supremo; sus películas han madurado y el peso de sus escenas ha ganado en formalidad, tempo y suspense. Es un autor maduro que entiende el cine mucho más que algunos que se dicen amantes del celuloide y pensadores.

Monday 14 January 2013

Música, películas, emoción, opción.


 El cine, como es sabido, es una recopilación funcional y necesaria de muchas artes: tomó elementos de la música, del teatro, de la fotografía, de la literatura, etc. Y de la suma, más uno, modeló la particularidad de su cuerpo artístico. El montaje es su celular y su alma, aquel elemento que hace que la suma de todas sus partes no formen un monstruo tipo la criatura del Doctor Frankenstein, sino que sea un ser luminoso, único, no un adefesio de extremidades.


La música aportó muchísimo y hoy es indispensable, tanto que se ha formar una industria paralela a la del propio cine. Se venden bandas sonoras por separado y los compositores tienen tanto o más renombre que algunos directores. Aún así, la musicalización de muchas películas sigue siendo una opción, por lo menos en el cine en que el autor tiene mayor control de su obra.



Ingmar bergman, por ejemplo, escapaba mucho de la música incidental. Le interesaba más aquel instrumento que sonaba dentro del cuadro, en plena diégesis, y que comprometía a un personaje parte de los elementos del drama. La música era un personaje más; otros autores, más dentro de la industria más comercial (sin restarles mérito) utilizan los recursos musicales que la orquestación les puede entregar. La música suma muchísimo a la hora de reforzar una emoción. Es tan potente cuando se trata de comprometer al espectador con la escena y al drama que a veces es el elemento esencial el momento. Así, autores se han asociado a compositores que le resultan fetiches y han respaldado sus ideas con las ideas y sentimientos de aquel. Varios ejemplos: Spielberg/ John Williams, Tim Burton/Dany Elfman; Los hermanos Coen/ Carter Burwell, etc, etc, etc.


Y hay autores que simplemente optan por la música envasada como Tarantino, que aprovechando su gusto por la cultura pop de los setenta, metió en sus películas muy buenas canciones que, unidas a sus recicladas y potentes escenas, creaban un momento cinematográfico significativo, memorable, llena de esa emoción que sólo se siente en el cine.


La experimentación es rara, pero ha ocurrido, y el que más la ha llevado a su límite es Jean-Luc Godard. En su cine más clásico y en el posmoderno ha intentado buscar caminos nuevos. Ya sea a nivel de montaje como de uso el autor de la nueva ola supo darle una vuelta de tuerca a la materia musical y concretar experimentos que se transformaron, con los años y la maduración, en estilo...


En Chile, con el desarrollo de su industria, se ha adquirido consciencia de la importancia de la música y se la ha abierto las puertas a nuevos autores y nuevas temáticas musicales. Argentina y Brasil nos llevan ventaja porque, por supuesto, la tradición es más extensa y rica...