Wednesday 22 December 2010

Los mejores películas de 2010, el año en que vivimos en peligro.

1-“The ghost writer” (Roman Polanski): Hace mucho tiempo que el director polaco no nos sorprendía tan gratamente. Si bien es cierto con “El pianista” nos dio una cátedra de narración, las virtudes del Polanski originario, ese minimalista, absurdo y paranoico, habían abandonado su trabajo. Eso hasta que su nueva película vio la luz en el firmamento cinematográfico mundial.
"The ghost writer” cuenta la historia de un escritor, denominado fantasma en su círculo, debido a que se desempeña, exclusivamente, como intérprete de algún personaje con poder, la mayoría de ellos políticos, al que le redacta sus memorias y las transforma en libro, para que el ocupado personaje no tenga que perder tiempo en “leseras” como escribir. Una vez inmerso en el mundo de aquel líder, los peligros y amenazas hacia su vida se hacen patentes.
A sus virtudes de narrador, que durante los últimos años había lucido con honores, se agregan, en esta gran cinta, las de manipulador, creador de paranoias y expositor de sicologías enrarecidas, con las que tanto nos fascinó en “El inquilino”, “El bebé de Rosemary” y “Repulsión”. Lejos de sus problemas legales y sus gustos sexuales radicales, está aquel brillo y talento que produjo una película tan inquietante como entretenida, tan interesante como brutal.

2-“Inception” (Chistopher Nolan): Una gran cinta acerca de las historias, locuras y "mundos lisérgicos que ocurren en nuestra mente. Nolan conjuga la magia de creativo, con sus habilidades prácticas de escritor y su talento como compaginador-director, para elevar el film más surrealista y fresco que la industria haya producido en esta última década.
Una sui géneris empresa tiene como motivo entrar en las mentes de los afectados, su target comercial, para sembrar ideas y desvirtuar las imágenes y mundos que puede concebir éste, todo, eso sí, por motivos comerciales. Nunca antes los efectos especiales tuvieron tanto sentido. La nueva cinta del inglés es una puesta en escena psicoanalítica que, conjugada con la trama, bastante laberíntica y una acción sofocante, dan forma a un cuerpo único y robusto que maravilló a la audiencia, y fue el tema de conversación-y lo será-por mucho tiempo.
3-Black swan (Darren Aronofsky): ¿Cuál es la frontera entre la locura y la profunda esencia artística de la creación? Hay una delgada línea roja entre ambas. En “Black Swan”, Natalie Portman interpreta a una bailarina de ballet que concentra sus esfuerzos en la perfección de su arte, despachando su consciencia de realidad y cordura mundana. Cuando una mente se ve envuelta, profundamente, en su pasión artística, tanto que la vida misma se hace imposible, es cuando ha perdido la claridad, o, quizás, se ha vuelto genial.
Ese es el tema de esta cinta de Aronosfky, que camina firme hacia la madurez cinematográfica, balanceando sus peripecias técnicas con su espíritu de narrador crítico. Su nuevo trabajo es un melodrama, pero a la vez una obra digna del teatro del absurdo, dónde la Portman, y su genio actoral, es la partícula esencial.
4-The king's speech (Tom Hooper) Si tuviese que recomendar una película de las de éste año, sería, a ojos cerrados, esta obra maestra inglesa-australiana. Colin Firth interpreta a George VI, un rey sumergido en clases de discurso con un terapeuta de discurso (tal cual) propuesto por su esposa con el único fin que su pareja pueda declarar la guerra por los micrófonos de la BBC.
Magistral y sensible, un película crítica y pensante, que se nos muestra y divulga cómo la grandes esferas de poder dedican gran parte de sus esfuerzos en su postura de opulencia, en el aspecto cotidiano y en el formal, al punto de darle un sentido aristocrático y estético al sólo hecho de declarar la guerra, actividad que los hace grande y es casi obligatoria para cada generación de gobernantes.
5-“Toy story 3”: Pixar nunca nos deja de sorprender. Pixar es una máquina de sueño, la verdadera. Su primera cinta, “Toy story” le abrió las puertas de todos los mercados y puso la primera piedra al castillo mágico en que la empresa de animación opera. Esta tercera entrega repite, agrega y depura la entretención de las dos primeras. Quizás lo más interesante de la saga es que vemos graficada nuestra propia evolución de niño a adulto, dónde los juguetes son la alegoría perfecta de esta transición. Cargada de una nostalgia profundamente empática y llena de personajes adorables e hilarantes, la trilogía de juguetes es, sin duda, un espejo en que todos nos miramos y nos emocionamos, alguna vez, tan mágica como ese baúl personal de muñecos y muñecas que todos tuvimos.
6-“The social network” (David Fincher): La historia del creador de facebook, la red social más grande después del mismo internet. Es una película, así como “Zodiac”, evolutiva a nivel de acontecimiento. La gracia es que paso a paso vayamos iluminándonos con los avances y los corta-pizza que Mark Zuckerberg, el dueño de facebook, tuvo para lograr su sueño.
Pero lo mejor de la cinta es esa cosa inquietante de cómo las masas obedecen a ciertos parámetros y se agrupan, todos juntos, pero todos separados a la vez, en un ejercicio tecnológico y social que ha cambiado nuestras vidas desde un instante hasta la fecha. Ya no son las plazas dónde la gente comparte, sino el mundillo virtual que no existe, pero que es tan real como cada uno sus visitantes. Es lo más inquietante del ciberespacio.
7-“Never let me go” (Mark Romanek): Una historia sorprendente basada en un texto de Kazuo Ishiguro, que nos sumerge en un mundo en que los bebés son creados artificialmente con un solo fin: servir como donante de partes de su cuerpo. Cada joven adquiere más prestigio mientras mejor donante es. Es así como los tres protagonistas se ubican en la historia.
Una película que toca en corazón y nos llena de empatía hacia el ser humano, esa que hemos olvidado. Los tres personajes sólo se miran entre ellos y a su función en la vida, adquiriendo una consciencia centrípeta que, para los que los observamos, remece lo más emotivo. Un muy buen film para volver a mirarnos a los ojos.
8-“Winter’s bone” (Debra Granik): Las películas ocurren en muchas partes: la ciudad, el espacio, una guerra, pero cuando estas se trasladan a la vida real, mundana, cotidiana y feroz, nos llegan al alma. Ree es una niña de 17 años que está a cargo de su hermana y hermano menor, niños inquietos y con demasiada energía; también cuida a su madre, que, debido su deficiencia mental, casi no tiene consciencia de su grupo familiar. El padre de la muchacha está en la cárcel por traficante de metanfetamina, y es aquí cuando el drama surge. Ree, debido a la crisis en que entra su familia, tiene que salir a buscar a su padre, el cual no sabe si vive o ha muerto.
Su travesía es dura y de constantes atropellos, las que no coartan su deseo de encontrar el paradero de su progenitor, pieza faltante para el rompecabezas hogareño. Me quedo con una frase de Rogert Ebert con respecto a la protagonista. Dijo algo así: “Los verdaderos héroes no se visten con armaduras o portan grandes armas o son grandes figuras de poder, sino son aquellos que la vida real arroja, los héroes anónimos. “Ree Dolly is such a héroe”
9-Chloe (Atom Egoyan): Con Julianne Moore y Liam Neeson envueltos en una trama típica de Egoyan, pero esta vez con un agregado de inquietud. Es en parte un thriller, es en parte una cinta erótica, con una evolución poco convencional hacia un estado psicológico, clásico en las obras de Egoyan.
Una trama de los bajos mundos dónde el engaño, la infidelidad, el sexo y la muerte maquinan en contra de nuestra estabilidad emocional. Un film potente y maduro; una verdadera cinta de un autor valiente y provocador.

Tony Bronson

Tuesday 21 December 2010

Packs de diciembre

Tarantino
Perros de la calle
Pulp fiction
Inglourious basterds

Musique
Maestro de música
Todas las mañanas del mundo
Farinelli

Lynch
Corazón salvaje
Terciopelo azul
Carretera perdida

Coen
A serious man
No es país para viejos
Burn after reading

Kieslowski
Trilogía: rojo, blanco y azul

Pack argentino
El hijo de la novia
El secreto de sus ojos
Nueve reinas

Tarkowski
El sacrificio
Stalker
Solaris o el espejo

Coppola
El padrino 1,2,3

Negra:
Trilogía Millenium

Kubrick
La naranja mecánica
2001 Odisea del espacio
Eyes wide shut

Hitchcock
Vértigo
Los pájaros
Sicosis (u otras que se te ocurran)

Novedades de la trama 2010 (más cine arte)
Agora
Ghost writer
Inception
La cinta blanca
Departures
A single man
Bad lieutenant
Shutter island

Herzog
Stroszeck
Mi enemigo íntimo
Signos de vida o Fata Morgana

Monty Python
La vida de Brian
En busca del cáliz sagrado
El sentido de la vida

Kurosawa
Ran
Rashomon
Sueños

Pack oriental
Primavera, Verano, Otoño, Invierno y otra vez Primavera
Old boy
Happy together

Hanecke
La profesora de piano
Caché
La cinta blanca

Ritchie
Snatch
Sherlock Holmes
Rockanrolla

Italiano
La cena
La dolce vitta
El ladrón de bicicletas

Medio Oriente con papaya
Los niños del cielo
Off side
El aroma de la papaya verde

Eso :-)
Alicia in the wonderland
Percy Jackson y el ladrón del rayo
Avatar

Animación
The fantastic Mr. Fox
Coraline
Número 9

De air
The departed
Cena de amigos
Mongol

Tuesday 14 December 2010

Christopher Nolan, el caballo de Troya

Hollywood, la meca del cine industrial, representa, para muchos de los nuevos talentos, una meta y un desafío en su incipiente y exitosa carrera como autor cinematográfico. Las grandes productoras, siempre atentas a los flamantes directores que han tenido algún éxito o han destacado en sus países como promesas, los recluta y los pone al mando de proyectos que son, comparativamente, muy inferiores a los que el recién llegado ha llevado a cabo en su corta vida como director. Hollywood ha instalado otro ladrillo en un muro inacabable hecho de fórmulas y poca imaginación.
Para muestra de aquello sólo basta con detenerse y observar la cantidad de remakes que la industria ha levantado y que sólo han sumado en su incapacidad de lograr algo original y creativo. Los nuevos guiones sólo rellenan espacios establecidos y crean nuevas rutas. Hollywood es un paradigma con reglas y parámetros estrechos, que velan porque los filmes que se fabriquen allí satisfagan a la gran opinión pública poco pensante de Norteamérica; si está asegurada la recaudación, está asegurada la pega y, así, nuestro negocio será próspero.
Pero existe un reducido grupo de autores, de aquellos nuevos valores entrantes, que han logrado quebrar esa rigidez recalcitrante de normas y han impuesto, vía calidad, creatividad y éxito económico, sus propios estándares, para así dar un poco de frescura al agua estancada de Los ángeles. Una de estas aspirinas es Christopher Nolan.
Parece ser que Nolan tuvo las cosas claras desde un principio. “The following”, su primera película, independiente y en blanco y negro, es una bomba de creatividad y recursos frescos: saltos de tiempo, restructuración narrativa, buenas actuaciones, sorpresa y una dirección consecuente con aquello, no hacen sólo demostrar que el inglés estaba consciente de cómo debían ser sus cintas para tocar la cima de la industria y del cine mundial.
Toda su obra, pero sobre todo “Inception” y “Memento”, tienen aspectos en común que las hacen emerger en el mar de la mediocridad en que está sumergido Hollywood, y esa virtud tiene un sólo nombre: imaginación. Qué raro suena eso, es como si estuviésemos descubriendo el agua tibia...Para ser artista hay que tener imaginación, virtud que el cine masivo estaba perdiendo.
Si hacemos un parangón entre “The following” e “Inception” (y gran parte de la obra del Nolan) veremos que existe mucho en común: son películas que rompen paradigmas, son muy interesantes y entretenidas, tienen tramas enraizadas, están llenas de sorpresa y suspense. Pero si nos vamos al núcleo veremos que sólo hay una fórmula maestra, y es que se destacan por ser frescas y creativas, hasta la vena, y no sólo otro film "bien hecho"
“Inception”, por ejemplo, nos traslada a un mundo que conocemos muy bien, pero que nunca está consciente en nuestras ideas: los sueños. Crear una cinta en el pedregoso país onírico es una tarea de investigación y vuelo creativo que puede quebrar cualquier cabeza. La mayoría de la historia ocurre en la sinapsis de los personajes, y como en nuestros sueños y pesadillas todo puede pasar, la obra se trasforma en un mundo inacabable de formas, movimiento y vértigo imposible.
Es esta libertad de creación la que lleva a Christopher Nolan a permitirse crear la cinta industrial más surrealista y radical que podría haber nacido de una madre muerta, y con esto, de pasadita, inventó nuevos escenarios: una habitación que se mueve y hace levitar a los personajes como si estuviesen en el espacio exterior; una furgoneta que toma más de media hora en caer al agua, mientras que en un lugar paralelo la acción explota en treinta segundos; ciudades que se doblan entera como chicle, donde cualquier brújula anunciaría su retiro…Hollywood fue un lugar fértil mientras “Inception” estuvo en los cines.
Si podemos establecer una crítica a “El origen”, nombre que recibe en español, es que su inacabable e intenso flujo de información, directamente proporcional a su acción, agota, debilita y llega a desconcentrar, lo cual, aún así, es parte del cuerpo novedoso de la cinta.
La gracia y el talento del director británico no están sólo en su cabeza creadora, sino, además, en lograr que sus películas resulten, por mérito propio, absolutamente rentables. Todas sus entregas han tenido la consecuencia que los ejecutivos esperan, y esto no es más dólares, y por millones. Hay una gran lección que sacar aquí, se lo digo a la distancia a las cabezas de la industria: tienen que fijarse más en lo que los autores les pueden entregar que en los focus group, cuyos predecibles informes no hacen más que mantener a aquellos personajes de cuello y corbata en el círculo vicioso del que no pueden salir.
Cuando un espectador ve algo nuevo, lleno de imaginación, lo agradece. La gente que compra su entrada sabe cuando algo es bueno o no y, sabe, por ende, cuando la cabeza de un creativo se puso a funcionar. Es eso lo que hace a Nolan único y un pilar en ese pedazo de industria que ocupó e hizo propio. Es un director de estirpe; clásico y posmoderno a la vez; integro y audaz, como los que ya no se hacen; conjuga excelentes guiones con visión industrial y se lleva bien con lo que exige las reglas comerciales, sin abandonar su esencia autoral.
Hemos de esperar que esto no sea sólo un veranito de San Juan, sino que se haga una constante, y que los ejecutivos de Los ángeles entiendan que si siguen con su sistema eterno de repetición, van a pudrir a un cine comercial que desde un tiempo hasta la fecha brilla cada vez menos.

Tony Bronson

Tuesday 7 December 2010

Oh ghost, my ghost (Sp. translation: Ay negro, mi negro)

Y
para los anglosajones es un ghost writer y para
los españoles es un negro.
Ente que escribe en voz de otro u otra
(para estar en el lado políticamente correcto, ¿o no?)
Acabamos de terminar y comentar The ghost writer de
Harris.
Philip Roth tiene un libro con el mismo título en inglés
(con el archiconocido de Zuckerman).



Pero de de Harris luego dio origen a la peli de Polanski.
Y las memorias de Blair que andan por ahí.. haciendo pininos
quién sabe dónde.
¿Hay alguien que lea biografías? Pues sí...
Just ask the idiot who left his village.
La peli de Polanski, en la trama.

air

Thursday 2 December 2010

Y llegó diciembre

y llegaron libros, muchos
a la trama, pelis
muchas también y cafecito rico y una copa
de tinto si va de conversa y de Riesling
si el calor se pone Caribe allí afuera...
Llegó diciembre a la trama
:-)

birken
candela
air